Esta es una competencia personal y profesional que ha adquirido en el último tiempo una relevancia altísima. Vivimos inmersos en una vorágine de cambios constantes que requerirá de las personas unas buenas cuotas de adaptabilidad y flexibilidad.
A nadie le gusta la incertidumbre. La definición básica de esta palabra es “falta de certezas”. Y esto se da tanto por el relativismo reinante de hoy como también por las fuertes dinámicas de transformación que suceden día a día. Sin ir más lejos pensemos en el fenómeno de internet y el inmenso y múltiple impacto que ha tenido en la vida de las personas.
La incertidumbre es una experiencia que todos vivimos en mayor o menor grado. Tenemos que aprender a lidiar con ella. Los autores espirituales católicos siempre han insistido que lo único realmente cierto en nuestra vida es la muerte, lo demás es incierto. El entorno de incertidumbre en la vida profesional se puede manifestar en la inestabilidad de nuestros puestos de trabajo, en los estados de ánimo de nuestros clientes o colaboradores, en las dinámicas fluctuantes del mercado y las legislaciones. Podríamos enumerar un sinfín de situaciones.
A nadie le gusta vivir en medio de la incertidumbre. Sin embargo vivir así nos produce a veces emociones negativas que a veces nos distraen y desconcentran de lo que tenemos que hacer. Nos puede inundar el pesimismo y la desesperanza que suele generar pasividad y miedo a salir de la zona de confort.
Es por eso que una de las habilidades para ser capaces de gestionar la incertidumbre es el manejo de las emociones negativas. Ellas van a aparecer porque son instintivas, sin embargo dependerá de nosotros, la manera como las experimentes y las gestiones.
Algunas recomendaciones:
1. Aprende a reconocer qué emoción te puede estar generando inestabilidad: ¿tristeza? ¿enojo? ¿miedo?
2. Una vez que la hayas reconocido aprende a aceptarla. Más bien pregúntate: ¿qué me quiere decir esta emoción en este momento? ¿algo me quiere enseñar? ¿o simplemente ha aparecido esta emoción por que es normal y natural que aparezca en un momento incierto?
3. No trates de controlarla o pelearte con ella. Tampoco te juzgues porque tienes miedo, tristeza o ira. Acéptala y trata de seguir adelante con tus pendientes.
4. Concéntrate en lo que tienes que hacer. Es el momento para dejar de lado las cosas que te generan particular distracción o te desconcentran como por ejemplo redes sociales, videos, whatsapp o a veces incluso la música.
5. Conversa contigo mismo escribiendo de forma pausada en un momento en tu casa, a solas, y haz un autoregistro de lo que estás sintiendo. Eso te ayudará a tomar distancia.
6. Si lo ves conveniente, en algún momento, busca alguien con quien expresar lo que estás sintiendo. Conversarlo permite poner las cosas en una perspectiva mejor.
Gestionar la incertidumbre exige - entre otras cosas - aprender a gestionar las emociones negativas.
Gestión de la incertidumbre
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